¿Sufres de aerofobia? ¿Eres de los que evita viajar por el reto emocional que representa? ¿Quieres saber cómo superar el miedo a volar? Si tu respuesta es , quédate porque en este artículo te entregaremos una serie de recomendaciones que podrás aplicar en cada viaje que hagas.

Y si no logras superarlo del todo, también te diremos qué puedes hacer. Nuestro mayor deseo es que estas sugerencias te ayuden a trascender tu miedo y puedas disfrutar de tus próximos vuelos 🙂

¿Qué origina el miedo a volar en aviones?

Los especialistas aseguran que las causas de este tipo de miedo son variadas. Unas personas, al desconocer el funcionamiento de un avión, creen que pueden morir en un accidente. Otras temen a las vibraciones propias del despegue, las turbulencias y el aterrizaje.

A algunos pasajeros les atemoriza la altura, la idea de volar sobre el mar o simplemente permanecer por horas en un lugar cerrado, como es la cabina del avión. Otros lo que realmente temen es sufrir un ataque de pánico durante el vuelo y experimentar las sensaciones consecuentes en público.

Se estima que un 20% de la población sufre de aerofobia, miedo a volar en aviones. Si estás en ese porcentaje, no te preocupes porque el 98% de las personas que lo experimentan lo superan si acceden al conocimiento y a las técnicas adecuadas.

Recomendaciones para perder el miedo a volar

Recomendaciones para que superes el miedo a volar

Pon en práctica las siguientes recomendaciones y verás cómo tu miedo a volar en avión disminuye sustancialmente o bien desaparece. Intenta llevar a la práctica la mayor cantidad de sugerencias y tantas veces como puedas; es decir, ¡viaja!

Que tu miedo no te cohiba; por el contrario, viaja cada vez que puedas. La repetición es fundamental para superar este tipo de miedo 🙂

1. Determina lo que activa tu miedo a volar

Es importante que identifiques en qué momento se desencadena tu miedo a volar. ¿Comienza cuando te ajustas el cinturón de seguridad? ¿Cuando el avión despega o cuando aterriza? ¿En la puerta de embarque del avión? ¿O justo después de que compras tu ticket?

¿Cuándo específicamente surge tu miedo a volar? Si logras identificar el momento en el que comienza a manifestarse, sabrás cuándo aplicar estrategias que disminuyan tu ansiedad y, en consecuencia, te relajen para tener un mejor vuelo.

Elabora un plan de acciones a seguir para ese momento (sigue leyendo y encontrarás varias sugerencias), porque es más sencillo superar el miedo a volar cuando comienza que cuando está en su máxima expresión.

2. Infórmate sobre las medidas de seguridad de los aviones

Los aviones son objeto de múltiples revisiones. Antes de cada vuelo, se les hace una inspección de tránsito; y al cabo de cierta cantidad de horas de vuelo y años, se les realiza 5 tipos de chequeos.

Por otro lado, uno de los principales objetivos de la tripulación es garantizar la seguridad de los pasajeros. Por ello, es tan importante seguir las indicaciones de la tripulación antes de despegar.

Al investigar sobre la seguridad en los aviones, comprenderás lo bien dotados que están para garantizar un vuelo seguro.

3. Racionaliza la idea de que volar en aviones es seguro

Los aviones son uno de los medios de transporte más seguros que existen en la actualidad. La probabilidad de que ocurra un accidente aéreo fatal es ínfima, de 1 entre 2,4 millones de vuelos.

Más probabilidades hay de que te caiga un rayo, 1 entre 10,5 millones (tan poco probable como lo primero). Estas estadísticas pueden ayudarte a comprender que lo más seguro es que tu vuelo sea uno de los 2,4 millones que al año completan su trayecto de manera exitosa 🙂

4. Si puedes, reserva en aviones grandes

Verifica con tu aerolínea las posibilidades que tienes de reservar en uno de sus aviones de mayor tamaño (aviones para un gran número de pasajeros). ¿Por qué? Porque son mucho más estables.

En un avión grande sentirás menos las vibraciones al despegar y aterrizar, así como en las turbulencias, lo que te ayudará a contrarrestar tu miedo.

5. Opta por vuelos directos

Evita los vuelos con conexiones. Intenta reservar en un vuelo que llegue directamente a tu destino. Tu ansiedad disminuirá porque te expondrás a menos despegues y aterrizajes. Mientras estás aprendiendo a vencer tu miedo a volar, es mejor que tu viaje comprenda únicamente el vuelo de ida y el de regreso.

6. Elige vuelos nocturnos

Otra buena estrategia es viajar de noche. De esta forma, sentirás el cansancio del día y las probabilidades de que te duermas durante del vuelo aumentarán 🙂

7. Escoge el asiento adecuado para ti

No escojas asientos en la cola del avión, reserva en la parte delantera. Intenta que tu asiento esté lo más cerca de:

  • Las alas del avión, en esta área sentirás mayor estabilidad.
  • La salida de emergencia o en la fila delantera, en estos asientos tendrás más espacio para tus piernas.
  • El pasillo, lejos de la ventanilla para que no veas nada.

8. Organiza todo durante la semana

Prepara todo lo relacionado a tu viaje durante la semana, no lo dejes para el día anterior. Haz tu equipaje de mano y maletas de viaje con varios días de anticipación. De esta forma:

  • Pensarás menos en que viajarás al día siguiente, porque ya tendrás todo listo.
  • Podrás irte dormir temprano y amanecerás con mejor ánimo.

Escoge ropa y zapatos cómodos para el día del vuelo, que no te opriman, será un aspecto menos por el cual preocuparte.

9. El día anterior al vuelo, prepárate física y mentalmente

Hidrátate bien, no ingieras cafeína y cena lo más sano posible, te ayudará a dormir mejor. En cuanto a tu preparación mental, lo primero que debes hacer es aceptar que puedes llegar a sentir ansiedad durante el vuelo. Lo segundo es pensar que no pasa nada, que podrás con ella; todo irá bien.

Es mejor aceptar esa posibilidad que negarla, afirman los especialistas. La noche anterior al vuelo, busca un lugar sin interrupciones, cierra los ojos, respira profundamente e imagínate sintiendo mucha tranquilidad a lo largo del día siguiente.

Desde que sales de tu casa, llegas al aeropuerto y embarcas el avión hasta que llegas feliz a tu destino 🙂 Recuerda siempre que la mente crea realidad.

10. El día del vuelo, haz lo necesario para mantener un estado de calma

Lo primero que debes hacer en la mañana es cerrar los ojos y recordar las visualizaciones que hiciste la noche anterior. Por otro lado, evita el café en el desayuno y procura llegar al aeropuerto con 4 horas de anticipación.

Si llegas al aeropuerto con tiempo de sobra, te ahorrarás el estrés que genera la posibilidad de perder el vuelo, harás las colas con calma y abordarás el avión en completa tranquilidad.

11. Durante el vuelo, intenta dormir

Lo mejor que puedes hacer para contrarrestar tu miedo es dormir durante el vuelo. Hay tres cosas que no puedes dejar de llevar en tu maleta de cabina que te ayudarán a conciliar el sueño:

  • Una almohada de viaje, para que encuentres la posición que te permita dormir.
  • Un antifaz para dormir, para que no veas absolutamente nada.
  • Unos tapones para oídos, para que te aísles completamente de los ruidos del avión.

Una vez que te coloques los tapones y el antifaz, disponte a respirar lenta y profundamente durante 10 o 15 min; concentra tu respiración en el área abdominal. Lo más probable es poco a poco te vaya entrando el sueño.

Te dormirás más fácilmente si, como referimos anteriormente, escoges un vuelo nocturno (porque sentirás el cansancio del día).

12. Si no puedes dormir, distrae tu mente

Descarga en tu tablet una película o serie que no hayas visto y apártala para verla en el vuelo. También, puedes llevarte un libro que te guste mucho (con los tapones para oídos podrás concentrarte fácilmente). Cualquiera de estas actividades te pueden entretener unas 2 horas.

Otra cosa que puedes hacer es escuchar música que te relaje (el antifaz de viaje te ayudará a concentrarte en la melodía); por supuesto, una lista que hayas descargado previamente en tu móvil. Otra actividad que puedes realizar es escribir una lista de todo lo que harás en tu destino.

Ello pondrá tu atención en el lugar que visitarás y, en consecuencia, te conectará con emociones positivas. Verás lo rápido que pasa el tiempo, y en un abrir y cerrar de ojos habrás llegado a tu destino.

13. Visualiza las experiencias que te esperan en tu destino

Cierra los ojos y usa tu imaginación. Crea una imagen mental en la que te veas disfrutando de tu viaje. Puede ser estando en la playa, paseando en bote, escalando una montaña, paseando en bicicleta; lo que sea que tengas planeado hacer en tu destino, créalo en tu mente.

Intenta que esa imagen mental sea lo más clara posible; es decir, que contenga la mayor cantidad de detalles, entre ellos: lo que encontrarás en ese lugar, las personas que te acompañarán, las cosas que harás allí y lo que sentirás mientras disfrutas de ese escenario.

Si acompañas este ejercicio con música de relajación, te será más fácil conectarte con esa visión 🙂 Esta técnica te ayudará a poner tu mente y también tu emoción en lo mejor de tu destino. Y si no vas de vacaciones, crea tu imagen mental en función del propósito de tu viaje.

14. Búscale conversación a tu compañero de viaje

Busca entablar una conversación con la persona que tienes al lado y concéntrate en lo que te dice. Escucha activamente y hazle preguntas con verdadero interés. Esto hará que tu atención esté en la conversación y no en tu miedo. Una buena conversación también ayuda a que el tiempo pase muy rápido 🙂

15. Ante una turbulencia, sigue estas indicaciones

Si se llega a presentar una turbulencia y tu miedo aparece, haz lo siguiente:

  • Evita ver por la ventana.
  • Tampoco veas el rostro de los demás pasajeros, para que no te conectes con su temor.
  • Cierra los ojos y respira lenta y profundamente. Concéntrate en tu abdomen y cuenta las respiraciones por unos 5 minutos.
  • Mantén los ojos cerrados e imagina que vas en un coche. Piensa que simplemente estás atravesando un tramo con muchos baches y que muy pronto llegarás al tramo liso.
  • Concéntrate en esa visión y continúa respirando lenta y profundamente hasta que la turbulencia pase.
  • Una vez que haya pasado la turbulencia, mantén los ojos cerrados y repite las siguientes afirmaciones: Los aviones son un medio de transporte seguro. Los aviones son capaces de soportar las condiciones meteorológicas más difíciles; por tanto, las turbulencias no son peligrosas. Definitivamente, viajar en avión es seguro.

¿Qué hago si no logro vencer el miedo a volar en aviones?

Lo que debes hacer si no logras vencer el miedo a volar

Si has aplicado las anteriores estrategias en varios vuelos y tu miedo persiste, lo más conveniente es que consultes con un especialista, puedes ser un psicólogo o un psiquiatra.

Ambos profesionales pueden ayudarte a trabajar tu miedo con técnicas cognitivo-conductuales especializadas, pero solo el psiquiatra te puede prescribir un medicamento para la ansiedad al momento de volar.

Otra alternativa que te puede plantear tu especialista es que te apuntes en uno de los cursos que algunas aerolíneas ofrecen al público, impartidos por pilotos expertos y psicólogos. Por ejemplo, el curso, Perdiendo el miedo a volar, que se realiza en colaboración con Air Europa.

También puedes recurrir a un experto en Programación Neurolingüística, un modelo de cambio conductual con técnicas muy eficaces para superar fobias, entre ellas la aerofobia.

Conclusión

En esta guía sobre cómo superar el miedo a volar, hemos querido compartir contigo la mayor cantidad de recomendaciones. Tu trabajo es descubrir las estrategias que mejor te resulten a ti. Y recuerda lo siguiente:

  • Todo miedo es superable, porque yace en nuestra mente.
  • ¡No dejes viajar! La repetición es la clave para superar el miedo a volar en aviones 🙂
Digiprove sealContenido protegido © 2023
Si te gustó este post y te ayudó en tu búsqueda, dale una valoración. Con ello, nos ayudarás a continuar con este proyecto. Muchísimas gracias de antemano.
(Votos: 8 Promedio: 5)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

error: Contenido protegido